Por que los hombres amanecen con una ereccion

¿Por qué los hombres se despiertan con una erección por la mañana? o ¿cómo saber si una mujer está fingiendo un orgasmo? Fueron algunos de los interrogantes con los que nos encontramos al atrevernos a rastrear las inquietudes expresadas en internet sobre este tema por parte de los colombianos. 

Identificamos las preguntas más buscadas y ahora en esta nota recorreremos este camino lleno de polémicas y tabúes de la mano del sexólogo Ezequiel López (@citaconezequiel), profesional con veinte años de experiencia, para responderle sin tapujos.

López trabaja con pacientes con disfunciones sexuales, es docente universitario, conferencista y autor de cuatro libros – el más reciente es 'Crónicas eróticas'-. También llevó a las tablas el stand up comedy pedagógico 'Sex o no sex'.

Pregunta 1: ¿Por qué los hombres se despiertan con una erección por la mañana?

Responde el experto: "Los hombres creen en general que es producto de un reflejo de la vejiga llena. Pero no. En realidad tiene que ver con una fase de sueño profunda que se denomina fase REM (Rapid Eyes Movements) que se caracteriza por movimientos rápidos oculares. En ese momento los hombres biológicamente sanos tenemos erecciones rígidas, que pueden durar hasta una hora. Es un mecanismo de la sabia naturaleza para oxigenar los tejidos del pene y activar los complejos mecanismos bioquímicos que producen la erección, de manera tal que incluso teniendo un 'verano largo' el aparato genital se mantenga en condiciones anatómicas y fisiológicas óptimas. ¡Eso es sostenibilidad! Entonces puede que un hombre se despierte por diferentes motivos en plena fase REM, y se encuentra con una erección poderosa.

Por otro lado, las erecciones nocturnas también se pueden producir por sueños eróticos o movimientos no conscientes que generan roces y estimulación en el pene. Y como todo sueño, se suele interrumpir en la mejor parte dejando de regalo una buena erección o incluso una eyaculación".

Pregunta 2:  ¿El tamaño importa?

R.E.: Sí, importa. Pero antes de sacar conclusiones lea la explicación completa que le daré a continuación. El tamaño importa, es mentira que a todas las mujeres les da lo mismo un pene de uno u otro tamaño, en largo o grosor. Pero eso no quiere decir que cuanto más grande es, mejor funciona o provee de más orgasmos o sensaciones. Hace casi 2.000 años el Kama Sutra planteó el tema de la compatibilidad genital. De acuerdo al tamaño del pene y de la vagina, hay unos cruces interesantes. Por ejemplo un hombre con pene grande y una mujer con vagina estrecha –más allá de la dilatación que logra con la excitación sexual- podría dar como resultado un coito doloroso. Y un hombre de pene pequeño con una mujer de vagina más amplia, minimizaría las sensaciones. 

Claro está que todo tiene solución: estímulos coitales diferentes, juegos eróticos, ejercicios Kegel, y una larga lista de etcéteras que no tengo espacio para plantear acá. Pero sí es evidente que tanto el tamaño como la forma de los genitales de una y otra parte puede acomodarse mejor –o no- de manera natural, y eso se percibe en términos de placer o displacer."

Pregunta 3: ¿Quiénes disfrutan más del porno, los hombres o las mujeres?

R.E.: "Depende. Si es el porno tradicional, pensado para el morbo masculino, lo disfrutamos más los hombres. Aunque las estadísticas también plantean que las mujeres miran más porno de lo que creemos. Esto de que el hombre es visual y la mujer auditiva es cuestionable, ya que la mujer también es muy visual. Eso sí, mira cosas diferentes, su percepción es más global y sutil a la vez. 

Entonces cuando a una mujer le presentas un contenido XXX de directoras mujeres, en donde los guiones tienen más detalles y los actores un aspecto más cotidiano, o incluso películas eróticas que dan más espacio a la fantasía, su reacción es mucho más positiva y efectiva."

Pregunta 4: ¿Es cierto que el tamaño del pene es proporcional a los pies o las manos?

R.E.: "Me encantaría decir que sí, ya que mido 1.85 y calzo 45 de zapatos, pero no. El tamaño del pene –a diferencia de otros órganos del cuerpo- no es proporcional a la contextura general ni al tamaño o forma particular de los pies, las manos u otras partes. Mito total."

Pregunta 5: ¿Cómo sé si mi pareja finge un orgasmo?

R.E.: "Imagino que la pregunta está orientada a la mujer, aunque te digo que también los hombres pueden fingir el orgasmo.  Es difícil realmente saber con certeza si una mujer tiene un orgasmo, porque prácticamente todas sus manifestaciones las pueden simular: los gemidos, gritos, respiración acelerada, contracciones vaginales, tensión muscular. En relación con lo anterior, los investigadores norteamericanos Buss y Meston encontraron una respuesta fisiológica en las mujeres inmediatamente después del orgasmo: se les arrugan los pezones, previamente erectos por efecto de la estimulación sexual. Necesitaremos más evidencia, pero al menos allí tenemos un buen dato científico.

Lo que me parece importante destacar es que una mujer que simula su orgasmo, está condenada a no resolver su problema. Porque si algún día decide hablarlo con su pareja y buscar ayuda profesional para tratar una disfunción orgásmica, ¿cómo le va a decir que lo estuvo engañando todo este tiempo? Es verdad que a veces la insistencia y la presión del hombre se torna algo intensa, casi desesperante, pero es preferible buscar una pronta solución antes que mentir hasta el infinito."

Y no, no son “sueños húmedos” o fantasías sexuales, pero tampoco existe una respuesta certera…

El tema que estoy por abordar me recordó una escena de The Proposal (2009) —una de esas películas palomeras de domingo que uno ve más por tolerancia y obligación con la pareja que por convicción o placer—, en la que el musculoso Ryan Reynolds es un subalterno del personaje de mujer empoderada que interpreta Sandra Bullock. En la trama, por razones muy largas de explicar, Reynolds se ve obligado a casarse con su jefa para evitar que la deporten —por supuesto, él no está “a la altura” de ella, y se trata de un matrimonio blanco—, y todo se complica cuando deben visitar a los padres de ella y fingir una vida marital.

Una mañana, de improviso, mientras Reynolds duerme en el suelo de la habitación de la Bullock, los padres entran intempestivamente, por lo que el galán brinca a la cama, al lado de su falsa esposa, y la abraza “de cucharita” fingiendo un cariño que no siente. Al salir los padres, Bullock hace una expresión de desagrado y sorpresa pues, en medio del abrazo, sintió una protuberancia rígida a la altura de sus caderas y de las de Ryan. Cuando ella le cuestiona airadamente por el indecente acercamiento y tocamiento hands-free, Reynolds, con cara de yo-no-fui, por toda explicación simplemente le contesta: “It’s the morning”…

Es la mañana, Sandra, y a todos los hombres nos pasa. O casi, incluyendo a quienes sufren de impotencia sexual psicológica —por algún trauma, inseguridad, represión o performance anxiety, del que algún día escribiré una entrada de este blog, aunque luego las buenas conciencias envíen correos a la dirección del Excélsior para quejarse de mi falta de pudor— y excluyendo sólo a quienes padecen algún tipo de disfunción eréctil por causas físicas. Vamos: hasta los fetos en el vientre de sus madres tienen estas erecciones nocturnas y matutinas que en inglés le llaman morning glory —me imagino que por su relación intrínseca con esa sana práctica que en México conocemos como “el mañanero”.

Pero no nos desviemos. Primero, las definiciones que da la medicina.

Este fenómeno recibe el nombre de Tumescencia peneal nocturna, o Tumescencia peneana nocturna, se abrevia TPN y consiste en erecciones espontáneas —es decir, sin estímulo sexual— que tienen lugar durante la noche al dormir o justo al despertar. Y lo más sorprendente del asunto —quizá después de lo que le acabo de contar de las erecciones fetales, y de que las mujeres también tienen erecciones del clítors— es que la ciencia médica aún no ha dado con la explicación precisa de por qué suceden.

Una de las teorías está vinculada con la fase del sueño llamada REM —siglas en inglés de Rapid Eye Movement—, que es una fase profunda en la que los ojos se mueven rápidamente y en la que, se conjetura, las neuronas encargadas de liberar noradrenalina —una especie de “freno” o señal de “No pase” para la sangre— y de regular el tono de los tejidos del pene, disminuyen drásticamente su actividad, permitiendo que la testosterona ejerza un estímulo hormonal que culmina en una erección. Y como a veces uno despierta justo a la mitad de una fase REM, es que a menudo los hombres amanecemos con la bandera “izada a toda asta”, o algo así. La TPN también se ha atribuido a la acción del óxido nitroso que se libera cerca en las células cercanas a los vasos sanguíneos del pene, los dilatan, generan un mayor flujo de sangre a la zona y, como consecuencia, el hombre tiene una erección mientras ronca como cualquiera de los tres cochinitos.

Sin embargo, estas dos teorías explican el mecanismo que haría posible la erección sin estímulo sexual, pero no su razón, y mucho menos su propósito. Y hasta el momento todo parece indicar que estas erecciones que provocan —como decíamos en mi barrio— que la colcha se convierta en una tienda de campaña, tienen el mismo fin que las de los fetos nonatos: preparar el tejido del pene y mantenerlo en perfectas condiciones para la erección y, por ende, para el apareamiento. O sea que se trata de una cuestión evolutiva.

La cosa parece ser simple: cada erección hace que el tejido eréctil del pene —llamado cuerpo cavernoso o, en latín, corpora cavernosa— se inflame, y esto lleva un mayor flujo de sangre a la y oxigena el tejido; a la larga, esta acción repetida previene el surgimiento de fibrosis cavernosa, que es una de las múlitlples causas físicas que pueden originar la disfunción eréctil. Y además, esta erección tendría una función menos noble: cuando el pene está erecto, el esfínter de la vejiga se cierra, los conductos seminales se conectan a la uretra y se desconectan los urinarios para impedir que la eyaculación se mezcle con orina, pues esto disminuiría el potencial reproductivo; así, al mantener el pene erecto, el organismo garantiza que no habrá derrame involuntarios de orina. O sea que, lejos de ser un signo visible de estímulo sexual, fantasía o preparación para la cópula matutina —el delicioso “mañanero” al que aludo en las primera líneas de este texto—, parece que todo se parece más a un globo que uno mantiene inflado para evitar que se frunza a la hora de la verdad… o al corcho que uno le pone a las botellas para que no se escurran. Qué poco erotismo.

Y hablando de preguntas sin respuesta, usted que tiene más de treinta, ¿sabe quién compuso el tema musical de El chavo del ocho, de DeporTV, de la telenovela El maleficio o de La carabina de Ambrosio? Seguro que no. Así que, para salir de dudas, lo invito a que dé clic aquí para escuchar el podcast #16 de #CulturaPop Radio, donde daré esas respuestas de la memoria colectiva de los mexicanos. Aunque, como siempre digo, eso ya es otro cantar…

Francisco Masse es columnista, editor independiente y dirige IQ: networks at work, red de profesionales en publishing, graphics, web, social media, ads+media & storytelling: http://www.slideshare.net/fcomasse/iq-networks-at-work-book2016

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